SE POSTERGO EL IN MEMORIAN A“ELIAS OLIVERA”

No solo influyó la fractura de la mano de Lamas, sino la solicitud de varios jugadores por participar en el mes de agosto. De ahí que se tuvo que “ajustar” un poco la lista de los 24, mientras el organizador se toma un tiempo de vacaciones.
Por un lado se lamenta por los jugadores que habían confirmado su participación como Gabriel Curi (en su esperado retorno al ajedrez), o la reaparición del joven y talentoso Matías Benitez, aparte de los “habitue”.
Dentro de los que rotaban estaba Daniela Infante (Made In López Falcón), ahora con la postergación hay serias posibilidades que los esposos juegue, lo que no es novedad ya que en Sauce Aniel y Blanca (otros esposos) ya compitieron en un mismo evento.

EL 10 DE AGOSTO SE JUEGA EL TORNEO

Ese lunes quedó fijado el comienzo del torneo, solicitándose a los aspirantes a participar inscribirse a la brevedad, no sea que el “encargado de anotar de Los Trebejos” se tome un asueto fuera del país y recién retorne sobre la fecha.
A quien se le garantizó su participación fue a Alfredo Peña, de profesión médico.

EN MALA HORA
El Club La Proa solicitó un préstamo y adquirió, a Arévalo, varios relojes, algunos fueron usados en el reciente torneo de Mercedes, otros no. Dentro de los no usados estaba uno de “última generación” que “se perdió”.
Muchas son las sospechas y algunas con mucho fundamento, lamentablemente no se pueden probar.
Ya antes se”perdieron” otros relojes, algunos en serio, como el que se encontró en Rocha años después detrás de unas cajas, pero nos duele el hecho y más EL DAÑO AL AJRDREZ NACIONAL.
Porque “EL MEJOR LUGAR QUE PUEDE ESTAR UN RELOJ DE AJEDREZ ES EN UN CLUB, más si es como “La Proa (agrego yo).
Conozco el paradero de todos los relojes, especialmente los DGT2010, así que igual que otros estaremos atentos “a cualquier aparición en público”.
Si alguién lo encontró y quiere devolverlo y no se anima, mándemelo a mi por correo, o déjelo en la puerta de mi casa que yo se lo daré a Miguel o Carla, pero no le haga daño a tantos jóvenes que pueden evolucionar gracias a ese reloj.
Pedro Lamas Baliero